Deserción deportiva: Causas del abandono en el deporte juvenil
Los malos resultados de los niños y jóvenes en los estudios, suele llevar de la mano la salida de éstos de otras actividades extraescolares. Uno de ellos es el deporte. En muchos casos se suspenden durante un tiempo, hasta que los padres consideran que se debe retomar esa senda, pero ¿cuántas veces ocurre eso?
El «mal estudiante» lo es por otros motivos, no porque dedique algunas horas a la semana a practicar deporte. Esta idea errónea hace que los padres interfieran en la práctica deportiva de sus hijos y los presionen con los estudios. Muchas veces esta deserción al deporte hace que los niños ya no se interesen durante un buen tiempo.
En ocasiones se viven situaciones en las que niños muy pequeños, que no deberían requerir tanto tiempo de estudio, son apartados de la actividad deportiva. El motivo es porque tienen que «estudiar» horas extra.
La psicóloga especializada en temas deportivos, Patricia Ramírez, comenta que “no se puede castigar quitando el deporte” porque “el deporte tiene que formar parte de los pilares de la vida de una persona”.
Castigar al hijo sin deporte para que tenga más tiempo para el estudio es una manera de rebajarlo el esfuerzo que requiere compatibilizar estudios y deporte ( familia, ocio y demás) restando así de inculcar un valor (entre otros) que será vital a lo largo de sus vidas como es la perseverancia ante las adversidades.
Nuevas formas de enfrentar las dificultades
Decidir formar parte de un proceso deportivo, es una responsabilidad y un compromiso con el resto de compañeros, y si no se quiere contribuir a convertir a los jóvenes en futuros irresponsables cuando toman decisiones, habrá que hacerles ver que la solución a los problemas en los estudios estará en potenciar una buena gestión de su tiempo.
El deporte y los estudios son complementarios y jamás excluyentes; así existen publicaciones que consideran que la práctica deportiva no sólo beneficia a la salud física. Un reciente estudio de una universidad holandesa llegó a la conclusión de que la practica de un deporte, contribuye a mejorar el rendimiento académico de los jóvenes.
En muchas ocasiones, funciona mejor la motivación que la presión. Por tanto, lo que aconsejan los profesionales, después de reflexionar a cerca de las capacidades que puede tener un niño o joven para rendir en deporte y estudio, es buscar otro tipo de «castigos»: suspender aparatos electrónicos, como celulares, tablet, computadores, televisión…; reforzar oficios en el hogar, suspender salidas, entre otros.